miércoles, 22 de septiembre de 2010

Dame la mano...


Dame la mano que iremos por la orilla,
justo en la orilla del lago latiendo,
y tendremos la medida de todas las cosas
solamente al decirnos que nos seguimos amando.
Las barcas a lo lejos y las de la arena
Tomarán un aire fiel y discreto,
no nos miraran, miraran nuevas rutas
con la mirada lenta del que está distraído.
Dame la mano y acerca tu cara
a mi pecho y no temas a nadie.
Y las palmeras nos darán la sombra
y las golondrinas bajo el sol que luce
nos traerán la dulzura que no amarga
al amor, todo esto cerca del lago.
Y yo, entonces, besaré tu cara,
y mis besos nos llevarán al juego de amar.
Dame la mano que iremos por la orilla
justo a la orilla del lago latiendo,
tendremos la medida de todas las cosas
solo al decirnos que nos seguimos amando.

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